02 Sep EL LLANTO
Nutridos tus ojos, lloran
como un río caudaloso
recorriendo el reguero
de una lagrima perdida
en el lecho seco
de un duelo contenido
por el dolor y la alegría
del llanto de un recuerdo
que te quema el interior.
Grabando en tu piel
la sensación
de aquella emoción
que se fue en el canto
de la lluvia derramada
en busca de la caricia
de un rostro que acoja
la lagrima del perdón.
Acunando su llanto
en ese torso,
de nuevo amanecer,
donde cuelga lo básico
de la vida,
con sus horas,
sus días,
sus años
y sus noches
de vacías torturas
y resplandecientes alegrías
donde la lagrima perdida
encuentra su lecho.
Pippo Bunorrotri.
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