23 Ene LA MIRADA DEL ABUELO
Os veo ahora, Valentina y Nicolás,
dos niños que estáis aprendiendo
a caminar por la vida,
vais al colegio, jugáis, aprendéis,
soñáis en presente
sin importaros el futuro,
dibujando un pasado,
escribiendo esa inocencia vuestra
en las blancas paredes
que se ira, la inocencia,
en el suspiro del tiempo.
Cuando los años hayan caminado
con el tiempo deslizándose por su ladera,
veré desde mi atalaya de anciano,
donde el silencio anida,
como habéis dejado de ser niños
siendo mujer y hombre
con vuestro propio destino,
con vuestro trabajo e historia,
con vuestros deberes, obligaciones
y preocupaciones
que debéis resolver
con aciertos y errores…
no inquietaros
son las sombras de la vida…
Es posible, tal vez
en ese valle de responsables
haya una sombra
que os recuerde a mí.
Ahora me veis,
con esa mirada inocente
donde los imposibles no existen,
donde la sorpresa deja preguntas
que respuestas importen,
mientras jugáis con vuestros sueños
y yo escribo un poema
o una historia inacabada…
Así es como quiero quedarme
en vuestra memoria,
escribiendo ese poema
que nadie vera,
porque los años caen
del árbol de la vida
donde alguna fruta no madura.
Vosotros seréis mayores
y vuestros hijos preocupaciones
y alegrías traerán
y yo ya me abre ido
en el recuerdo del olvido,
pero espero,
que cuando lleguéis a esa edad
donde recordar la infancia
es alegría,
me halléis a vuestro lado
escribiendo este poema.
Pippo Bunorrotri.
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