15 Ene REGRESO EN LA MEMORIA
Tras más de cuatro décadas
de caminar entre el bullicio
de ciudades encantadas,
orgullosas y desquiciadas,
que aceleran la ansiedad
y sacian los egos,
regreso a la casa de esa villa
donde el silencio es evocación
del primer llanto que quedo gravado
y encerrado en la celda
de la memoria de las ausencias
no olvidadas
Abro el portón de la vieja casona
y una ola de olor a vetusto
baña mi rostro
y mi memoria corre desbocada
al jardín de los recuerdos
buscando las sombras del tiempo
en las sendas abandonadas,
cubiertas de matojos secos y agrietados
por el tiempo del olvido,
de flores mustias y marchitas
sin lagrimas en sus pétalos,
de arboles, que su vigor han perdido
en los inviernos de la madurez.
La memoria va de cuarto en cuarto,
de espacio en espacio,
revisando el tiempo,
resolviéndolo todo;
libros, carpetas, cuadernos,
estantes, cajones y armarios,
donde las soledades se esconden
buscando aquel instante perdido
en el brasero del silencio
donde aquella infancia se quemo
donde los juegos eran aventuras
y los llantos eran risas.
Abro puertas y ventanas,
dejando que los rayos del sol
y el aire del empíreo
dibujen filigranas
con mi sombra,
en el polvo pretérito
que se estremece,
mientras en el silencio
la evocación
desata el tiempo del pasado
y en mi rostro
la tristeza se refleja.
El tiempo ha corrido,
pero aquí se ha detenido;
en ese rincón
esta el sillón de mi padre
esperando su melancolía,
allí la mecedora de la abuela
esperando su poema,
por ahí va la silueta de mi madre
de un lado para otro
ordenado el desorden de otros
y mi abuelo, con un libro en las manos
mientras lo contemplo absorto.
Aquí estoy, con el silencio de mi memoria,
donde todo empezó, repasando mi vida,
no sé muy bien porque;
quizás porque en el tiempo
mi verdadera sombra perdí
y ahora quiera reencontrarme
con la autentica,
huyendo de esas mascaras
tras las que me he refugiado
ocultando mis miedos,
mis temores y mis errores.
Quizás porque esas mascaras
se han desgastado
de tanto usarlas
y sus sombras
ya no son sombras,
y quiera tener mi verdadera sombra,
con sus asombros y turbaciones,
con la que caminar de la mano
por las alusiones de un pasado,
que fueron presente
y que escriben el futuro,
que están ahí,
aunque yo me haya ido
y solo regresen en la memoria.
Pippo Bunorrotri
REGRESO EN LA MEMORIA — Pippo Bunorrotri – Fronteras Globales
Posted at 18:04h, 15 enero[…] a través de REGRESO EN LA MEMORIA — Pippo Bunorrotri […]
admin
Posted at 18:11h, 15 eneroGracias un saludo
elloboestaaqui
Posted at 18:46h, 15 eneroMe gusta, sí.
admin
Posted at 00:02h, 16 eneroGracias. Un saludo
esperanzavaroblog
Posted at 21:08h, 15 eneroMe ha encantado. Gracias por tus palabras
admin
Posted at 00:01h, 16 eneroMuchas gracias. Un saludo
Estrella RF
Posted at 01:25h, 16 eneroEl viaje a la infancia, es añoranza pura y dura. Cada rincón, cada objeto, el olor, la luz todo nos lleva a aquellos tiempos en los que recorríamos las estancias todavía con la ingenuidad de la infancia. La casa de mi abuela donde nací y donde me crié se quemó hace tres años, ahora ya solo quedan cuatro piedras en pie… cuando la vi, fue como si se hubiera quemado una parte de mí, allí viví momentos duros pero también tengo mis recuerdos de infancia, la etapa que forjó mi personalidad, supongo.
Me ha gustado mucho este poema, Pippo, porque me he identificado mucho con él. También me he revestido durante años y lo sigo haciendo, con una máscara que oculta mi verdadero yo, el que solo se ve en mis escritos (que nadie de mi círculo cercano, lee)
Disculpa, me he extendido demasiado, son las sombras de la noche que me confunden, jeje.
Un abrazo.
admin
Posted at 19:11h, 16 eneroGracias Estrella por tus palabras y es un placer el saber que mis escritos llenan de recuerdos al que los lee y en parte se siente un poco identificado y me anima a seguir escribiendo… Un abrazo sentido querida amiga de los versos y la prosa.