02 Abr CUANDO LA SOLEDAD…

Cuando la soledad habla,

el silencio calla,

escuchando con gusto

el zumbido de sus palabras;

en ellas la mente

encuentra la reflexión

que andaba buscando

en los cansados días

donde la congoja

es la pesada carga

que mina las palabras

del sentir.

Cuando la soledad habla,

el profundo aroma

de sus enlazadas palabras

llena el tintero del poeta,

ensimismado en las letras

de las estrofas de sus versos,

con el que carga la pluma

de escribir ilusiones

y esperanzas,

que en sus fantasías refleja

siendo el sentir de un instante

de un momento del día.

Sin saber porque,

tú, caminante del destino

en la soledad caminas,

con tiempo sin tiempo

queriendo correr

en el campo de hierba húmeda

de tú mente perdida

hasta caer extasiado sin aliento,

queriendo huir del retrato

que la soledad pinta en su lienzo

de una realidad que vives

sin aliento.

A veces ocurre

que en la soledad

te quedas extasiado

en el silencio

de sus sombras

pensando, pensando

sin pensar en nada

pasando el tiempo

que cuenta una realidad

qué se te antoja desvirtuada

pero que es realidad

vivida.

Otras veces… te entra la rabia

de tu desconcierto

gritándole a la soledad

en silencio,

que riendo comprenda la alegría

que el mundo encierra en su vientre,

que no solo la tristeza, es muerte,

sino que el mundo se queda triste

cuando esta llama a su puerta

para llevarse la amargura

de tu silencio

en la soledad de tu mente.

De vez en cuando

la soledad cuchichea

esos lejanos recuerdos

que han dejado huella,

 tu te recreas con sus silencios

haciendo que la añoranza

deje de ser recuerdo

para ser ese instante

en tu memoria

que arranca una sonrisa

desfigurada.

Cuando la soledad habla

y el silencio calla

una inmensa calma

invade tu corazón herido

por los pormenores…

o mayores,

de una vida

que camina hacia el final

de su destino.

Pippo Bunorrotri.