18 Feb EL MUNDO DESDE LAS NUBES

Cabalga sobre las nubes el poeta

sin lentejuelas, ni túnica

que cubran su cuerpo desnudo,

sin mascara que su rostro esconda,

el viento su cabellera suelta

blandiendo en su mano la pluma,

como espada relampagueante,

que hieran las palabras

de sus versos sentidos.

Subió a lo alto de la montaña de su sueño,

donde el cielo descansa,

donde la noche duerme;

desde allí divisa, con sus ojos entornados,

las tormentosas nubes

de un mundo que se desgarra,

oyendo mugir sus suspiros

a sus pies descalzos,

como muge el océano Atlántico

azotando las rocas del acantilado

desde las que un niño

contempla atónito como las olas

se hacen espuma blanca.

Ve al sol encendido

como voltea sobre su eje,

arrojando sombras

sobre las almas

de un mundo que sueña,

que grita con mil acentos roncos

palabras de venganza y maldiciones,

impotentes al designio de un destino

que dicen no ser suyo,

reclamando un arco iris

donde la realidad y el sueño

sean un mismo mundo

y no dos distanciados.

Vio a los hombres,

esas sombras que corren

en el hilo de la luz del día,

como esculpían

su catedral de felicidad

con las piedras graníticas,

de la ingratitud, de la intransigencia,

del egoísmo, de la envidia;

y como el poeta

intenta copiar en vano sus sueños

en los vidrios plomados de colores

en los ojivos ventanales

y rosetones de sus huecos.

Cabalga en las nubes el poeta

rodeado de un silencio de muertos

y la soledad de sus rezos;

un silencio interrumpido

en el tiempo de su recogimiento

por el lejano rugido

de sus sentimientos

y el temeroso bramido

del eco de sus palabras.

Pippo Bunorrotri.