01 Abr LA CUIDAD
La ciudad,
ruge en la luz del día,
en el atardecer se asombra
y llora en la oscuridad
de la noche que sueña,
con la esperanza
de un nuevo día.
La ciudad,
en la quietud de sus sombras
corre y vuela
como una gaviota
buscando su sino,
ese que los hombres proponen
en el avatar de su avaricia.
La ciudad,
en los días despejados
presenta sus alegrías,
pintando sus calles de voces
y algarabías sin razones,
en los días grises
sus tristezas cuentan
bajo los balcones.
El ruido es su despertar,
es su sinfonía de la vida
de su día a día,
es el aroma
que le hace sentir viva,
es su guerra y paz
de la batalla de su destino.
La ciudad,
ruge mostrando su sabiduría,
su egoísmo, su avaricia,
de ser siempre lo mas
en lo bueno y en lo malo
que la sociedad escribe
en las sombras
de su quietud sobornable.
La ciudad,
cuando llega la noche
suspira, murmura y sueña,
con un mañana que ya se vera
las huellas que deja en un futuro
que se escribe con presente y pasado.
Pippo Bunorrotri.
Sorry, the comment form is closed at this time.