VOX

En el valle del desconcierto

habla el silencio de sus lamentos

encerrados en el tiempo

queriendo ser purificados,

revelándose las voces

del “Ordeno y Mando”

del sectario pasado,

donde las beatas

escondían sus pecados

bajo la sotana del confesionario

y los hombres murmuraban sus miedos

aplaudiendo las sombras

de las gruesas palabras,

en negrilla del fanático sectario

del “Ordeno y Mando”.

Cuanta oscura falacia

se esconde tras esos gritos

del pasado que amenazan

la libertad de ser libres

con el pecado,

pues en él se encuentra

la libertad del arrepentimiento

sin tener que pasar

por el confesionario.

Las palabras que gritan

los fanáticos sectarios

a un  presente de libertades,

llamando a los miedos olvidados

con sus mentiras,

hambrientos de un poder

que perdieron en la libertad

de los pecados de las beatas,

en los murmullos de los miedos

de los hombres que callaban.

La intransigencia de los sectarios

que añoran el “Ordeno y Mando”,

porque tienen miedo

de la libertad que tienen

las palabras silenciadas

en el pasado del miedo,

donde la igualdad era pisoteada

como mierda de un perro,

donde la mujer sumisa callaba

asintiendo con la cabeza baja

y los ojos cerrados,

donde el hombre ordenaba

con la libertad que el sectario gritaba.

Ahora, que los tiempos han cambiado

y el silencio ha hablado

pidiendo la palabra

desde su libertad

de expresar lo que piensa

sin miedo a ser señalado

por los fanáticos que gritan

vivir atenazados.

Ahora que los fanáticos sectarios

hablan con sus negras palabras,

las oscuras sombras del pasado

regresan a este presente de recuerdos

donde la libertad habla

de igualdad y compañero

donde el “No”, debe ser respetado

y el “Si”, debe ser celebrado,

donde le “No” y el “Si”

son signos de una libertad

ganada en el silencio de otros

que en su presente era el miedo

de la sin razón del sectario.

Ahora que los tiempos han cambiado,

después de un pasado lejano de sumisión,

la mujer y el hombre

desde la libertad de su condición,

discuten con la palabra,

dialogan con la razón

y no con el garrote

del “Ordeno y Mando”

del despotismo fanático.

El sectario grita sin razón,

que la mujer le ha robado

su heraldo de macho ibérico

y como ellas deben parir

si tumbadas, o en cuclillas;

que el hombre se ha convertido

en afeminado saliendo del armario,

llamándolo maricón, como insulto

cuando eso es su condición

que ha elegido por gusto

y convicción.

La libertad del hombre y la mujer

está por encima

del fanático sectario

que grita desde su libertad

queriendo amedrentar

la libertad de otros

que piensa que ser libre

es la voluntad del humano

para volar en el viento,

para correr en el tiempo

de su propio destino

y que no debe ser el sectario

quien lo escriba con su fanatismo.

Así que digámosles

con “Vox” clara y alta

que se vayan al carajo

los sectarios

con sus mentiras intolerantes

a un desierto de cactus.

 

Pippo Bunorrotri.

 

6 Comments
  • Magicae DMS
    Posted at 00:48h, 12 abril

    ??

    • admin
      Posted at 01:20h, 12 abril

      Gracias. Saludos

  • lucesysombras
    Posted at 09:25h, 12 abril

    muy bueno amigo!!!
    preciosa redacción !!!!

    • admin
      Posted at 15:50h, 12 abril

      Muchas gracias ?

  • lorenzo Arabí
    Posted at 09:56h, 12 abril

    Totalmente de acuerdo.

    • admin
      Posted at 15:50h, 12 abril

      Gracias ? un saludo ?