02 Mar MAR
Háblame
mar embravecido
con el rugir del viento,
mar sereno
con el reflejo de la luna,
mar tranquilo
con el vaivén de las olas,
mar placido
en el horizonte
de la quimera del ensueño.
Háblame
de esa puesta de sol
que no veré
en el emborronado
de este día
que trae la noche
entre pesados celajes
y descabezados aguaceros.
Háblame
de ese pálido sol
que se esconde
tras el parpadeo
de esas olas tuyas
que con orgullo muestran
el desliz
de tu coraje,
la osadía
de tu presencia.
Háblame
desde el sosiego
de tu bizarría,
de esa vida tuya
en las profundidades
de tu abismo
que perdida grita
por una existencia
sin perdón
queriendo alivio.
Háblame
de la refinada arena
que se exhibe
en la quietud
de tu playa,
de esas conchas
perdidas y solas
en la arista
de tu beso,
que en mi pisar
el crepitar
de su dolor
sacude tu orilla.
Háblame
mar embravecido,
mar tranquilo y sereno
del horizonte de mis suspiros,
de esa espuma blanca
que mis pies descalzos
envuelve al escuchar
el rumor de tus olas
mientras escucho
mis silencios,
con la audaz brisa
del soplo del viento.
Pippo Bunorrotri.
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