LA AVENIDA
En la larga avenida de mi destino, silenciosa ella, camino palpitante con los pies descalzos en las tinieblas de mis dudas mientras el orvallo de la esperanza humedece los sentimientos, tropiezo en los adoquines de la vaga avenida, fríos témpanos de hielo, de mis errores y en la hojarasca de mis decepciones. Caigo y me levantó maldiciendo la torpeza, giro el rostro y...